Valencianía positiva, Emili Piera opina sobre el darrer llibre de Viadel

*Article d’opinió del periodista Emili Piera publicat a Levante l’11 de juliol de 2012 opinant sobre el darrer llibre de Francesc Viadel, Valencianisme l’aportació positiva. Cultura i política (1962-2012). (Universitat de València).

Francesc Viadel es un ti­po bajito y voluntarioso, y perdón por el pleonasmo, escritor y periodista que publicó substanciosos reportajes en El Temps pero a quien la necesidad llevó a los gabinetes de prensa municipales —en Algemesí, Valencia y Barcelona— y, finalmente, a la universidad. Tiene ­hechuras de púgil que no encajan del todo en los moldes conventuales de un campus español, pero trabaja duro. Lo hizo con la Història inacabada del blaverisme y ahora con Valencianisme: L´aportació positiva. Ya les he presentado al autor y sus obras más de intervención, acuciantes, aunque entre la primera y la segunda se den las diferentes pulsiones que separan el desenmarañamiento a machetazos de un trozo de jungla y el sosiego de un inventario.    Como señaló mi admirado Adolf Beltrán, Viadel ha repetido cien años después la proeza de Constantí Llombart en Los fills de la morta-viva que en su día «recensionó» el valencianismo residual de los siglos XVIII y XIX. Y el censo, ahora, es claramente más enjundioso. En todos los campos, incluido el político en el que el valencianismo fusteriano —el único que ha dado frutos— sufrió una derrota sin paliativos. ¿Sin paliativos? Bueno, los judíos casi son aniquilados en Europa no sólo porque se lo propusieron muchos alemanes —y ya se sabe lo disciplinados que son— sino porque también lo querían, con mucha más indolencia pero a veces con igual o mayor rabia, un buen número de polacos, franceses, ucranianos, etcétera. Al macizo de la raza, a la España unitaria y que se percibe eterna    —no lo es ni el bosón de Higgs— le da dentera sólo imaginarse que pudiera haber alguna sintonía entre los viejos reinos de la Corona de Aragón y eso explica, por ejemplo, que yo pueda comprar La ­Vanguardia más fácilmente en Soria o Zaragoza que en Valencia. O la prolongada ausencia del corredor mediterráneo. Pero hay un valencianismo diseminado en la educación, el arte, el pensamiento la política, con más efectivos, más activos y mejor dispuestos que ningún otro movimiento social, no van a desbrozarlo fácilmente.

Quant a francescviadel

Periodista, escriptor i professor universitari, autor de No mos fareu catalans. Història inacabada del blaverisme i de Valencianisme, l'aportació positiva. Cultura i política (1962-2012), publicats per la Universitat de València. Autor també de les novel·les Terra (Bromera) i L'advocat i el diable (El Cep i la Nansa) i del llibre de poemes Ciutat, dies insòlits.
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